Volviendo de pasear y a unos escasos 20 mts. de la puerta de casa, Canela salió huyendo asustada por un coche que arrancó, girando tan bruscamente que parecía iba a invadir la acera. Se metió en el pinar por donde suele pasear a diario pero por mucho que se la llamó y buscó horas y horas, con linternas, metiéndose David y Eduardo por dentro de todos los arbustos, por la playa, calles y el siguiente pinar, no logramos ni siquiera verla.

Se dio aviso al Refugio donde fue adoptada, a la Policía, al centro de recogida de animales de Gavà y a la mañana siguiente nos dedicamos a empapelar toda la zona.

Y a veces ocurren pequeños milagros, aunque a primera vista no sepamos interpretarlos.

Mientras colgábamos uno de los primeros carteles en una farola muy próxima a nuestra casa se detuvo un coche para preguntarnos por una calle cercana donde tenía que ir a buscar un perro que se le había escapado y había sido localizado allí. Al ver el cartel de Canela preguntó, nos deseó suerte y se ofreció a colgar algunos por su zona añadiendo que vivía al otro lado de la Autovía de Castelldefels pero que si su perro la había cruzado -cosa insólita según ella- quizás Canela también. Dijimos que sería raro por lo asustadiza que es Canela y ella respondió: "Claro, el mío es que se va detrás del primero que le lanza una piña....". ¡Fueron las palabras clave! ¿Recordáis la entrada "Tus Primeros Amigos Peludos"? Pues sí, se trataba de Prin Tin, el busca-piñas!